lunes, 22 de septiembre de 2014

Criterios de corrección de conceptos en Selectividad.

Os pego los criterios de corrección utilizados por los correctores de selectividad. Nos servirán de punto de partida para sintetizar nuestros conceptos.

CRITERIOS DE CORRECCIÓN DE LAS PREGUNTAS CON VALOR DE 
1 PUNTO. 
Al-Andalus. 
 Los musulmanes denominaron Al-Andalus al territorio hispano que conquistaron. Esta 
sociedad islámica permaneció desde principios del siglo VIII hasta finales del siglo XV, 
conociendo tres períodos políticos fundamentales: emirato independiente, califato y reinos de 
Taifas. Las victorias cristianas consiguieron que, desde mediados del siglo XIII, Al-Andalus 
quedara reducido a Granada. Los soberanos andalusíes ejercieron un poder absoluto, 
concentrando la máxima autoridad política y religiosa.
En cuanto a su organización económica y social, cabe destacar la importancia que 
tuvieron las ciudades. Córdoba fue un gran centro cultural, sobre todo durante la época del 
Califato. En la agricultura destaca el impulso a los regadíos y la difusión de nuevos cultivos 
(agrios, arroz, algodón, azafrán). Su cultura estuvo influida por la religión, que impregnaba 
toda la vida pública. Tras ocho siglos de convivencia más o menos pacífica, la cultura islámica 
dejó huella. Actuaron como transmisores de conocimientos, sobre todo del mundo helenístico y 
del Oriente, nuestro léxico todavía conserva palabras de origen árabe y la huella de su arte se 
aprecia en construcciones tan notables como la mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada 
o la Aljafería de Zaragoza. 
La repoblación cristiana. 
 El avance de los ejércitos cristianos sobre territorio musulmán vino acompañado de un 
movimiento de colonización del mismo, que implicó una nueva organización social, política y 
administrativa. En algunas zonas permanecieron los musulmanes (mudéjares), merced a unas 
capitulaciones de rendición generosas. Una parte de la tierra fue entregada a los nobles que 
participaron en la conquista, a las órdenes militares o a grandes concejos encargados de su 
repoblación.
En determinadas tierras de frontera se otorgaron cartas de población y fueros, en 
los cuales se concedían ventajas y facilidades a quienes fuesen a poblar las tierras de frontera. 
Suelen allí fijarse los límites de los términos, las condiciones de acceso a la tierra, la concesión 
de franquicias y unas normas básicas sobre la vida municipal. Los fueros –a veces incluyen la 
primitiva carta de población- son instrumentos jurídicos, otorgados por los monarcas, que 
regulan la vida local. En Aragón, a partir de 1247, se produjo un proceso de unificación foral 
que dará lugar a los “Fueros de Aragón”, normas legales emanadas del Rey con las Cortes. 
 Al hablar de la repoblación la respuesta podrá centrarse únicamente en Aragón o 
extenderse al conjunto de España.
Mudéjares y moriscos. 
 Conocemos con el nombre de mudéjares a los musulmanes sometidos a los poderes 
cristianos tras el avance de éstos sobre territorio de Al-Andalus. Se les permitió conservar su 
religión, sus costumbres, su cultura y se organizaron en aljamas que gozaron de la protección 
real. A lo largo de siglos hubo una coexistencia respetuosa entre cristianos y musulmanes. No 
obstante, son poblaciones sometidas a una cierta segregación social y a unas cargas fiscales 
mayores que las soportadas por la población cristiana. Con el tiempo, la tolerancia religiosa 
declinó, especialmente tras la toma de Granada, y se caminó hacia la unidad religiosa. La 
impronta mudéjar se aprecia en la arquitectura, con ejemplos sobresalientes en Aragón (Seo de 
Zaragoza, torres mudéjares de Teruel…).
 A comienzos del siglo XVI fueron obligados a convertirse al cristianismo, momento a 
partir del cual se les denomina cristianos nuevos o moriscos. El proceso de integración avanzó 
en algunas regiones, pero la presencia de los piratas berberiscos y de los turcos como enemigos 
de la monarquía, les hizo sospechosos. Fueron expulsados a comienzos del siglo XVII por el 
rey Felipe III, alegando su condición de malos cristianos y de potenciales aliados de los turcos. 
La medida afectó gravemente a Valencia y Aragón, dejando multitud de pueblos vacíos que fue 
necesario repoblar.
El trabajo de los indígenas americanos tras la conquista: las encomiendas. 
 Los españoles en América aspiraban, entre otras cuestiones, a sacar rendimiento de la 
conquista y esto no se podía hacer sin el trabajo de los indígenas. Sin embargo, una buena parte 
de éstos, no habituados al trabajo regular, no estaban dispuestos a trabajar voluntariamente, por 
lo que fue necesario obligarles. La encomienda suponía la entrega, por parte de la Corona, de 
un número de indios a un español en calidad de fuerza de trabajo. Así ocurrió en las Antillas, 
mientras en el continente, fundamentalmente, en lugar de repartir indios, se adjudicaron a los 
encomenderos los tributos de un cierto número de indígenas.
Los encomenderos tenían obligación de instruir y evangelizar a los indios, pero reunir 
en un mismo instrumento la cristianización de los indígenas y la explotación de su fuerza de 
trabajo resultó un fracaso. Los misioneros (Montesinos, Las Casas…) denunciaron la 
explotación del indio y fueron escuchados en España, contribuyendo así a la mejora paulatina 
de la situación del indígena americano. 

La Inquisición. 
 Fue un tribunal eclesiástico encargado de la persecución de la herejía, que se desarrolló 
en Europa a partir del siglo XII. La Inquisición española tiene una larga vida, que se extiende 
desde 1479 hasta 1834. La Inquisición desarrollada por los RR. CC. jugó un papel político, 
siendo un poderoso instrumento de control social al servicio del Estado monárquico. Estuvo 
vinculada al Estado y a la cabeza de la organización estaba el Inquisidor general y el Consejo 
Supremo. El territorio quedó dividido en distritos, en cada uno de los cuales había un tribunal. 
Sus procedimientos judiciales (proceso secreto, delación anónima…) y sus consecuencias 
(graves penas, confiscaciones, infamia…) generaban miedo y la convirtieron en una institución 
temible.
 Al principio se ocupó de los judeoconversos, después de los moriscos y, desde 
mediados del XVI, de los cristianos viejos, tratando de conformar un modelo de religiosidad 
homogéneo en todo el país. 

El fin de la hegemonía de la monarquía hispánica: la paz de Westfalia. 
 Durante los reinados de Carlos I y Felipe II quedó firmemente asentada la hegemonía 
de España en Europa y el Mediterráneo. El reinado de Felipe III transcurre en calma, pero en el 
de Felipe IV el declive en Europa será un hecho. En el interior hubo de hacer frente a las 
rebeliones de Cataluña y Portugal. En el exterior, los fracasos en la guerra de los treinta años 
(lucha por el predominio político en Europa, divisiones religiosas y políticas en Alemania)  
supone el fin de la hegemonía de los Austrias. Holanda, Dinamarca, Inglaterra, Suecia y, más 
tarde, Francia, serán los rivales de España y el Imperio alemán.
 La paz de Westfalia (1648) reconoce el derecho de los príncipes alemanes a escoger la 
religión de sus estados y la independencia de Holanda, además de ventajas territoriales para 
Suecia. En la paz de los Pirineos (1659), se pone fin a la guerra con Francia, a la que se cedían 
el Rosellón, la Cerdaña y algunas plazas en los Países Bajos. Es el fin de la hegemonía en el 
continente, que pasa a manos de Francia, mientras el dominio de los mares lo ejercerán 
holandeses e ingleses.
Los decretos de Nueva Planta y el fin del foralismo. 
 Tras la muerte de Carlos II sin descendencia se planteó un problema sucesorio, que 
llevó a la guerra de sucesión, donde se enfrentaron los dos pretendientes al trono, Felipe de 
Anjou y el Archiduque Carlos, apoyados por las distintas potencias europeas, dado que el 
conflicto se internacionalizó.
 El triunfo de Felipe V supuso, siguiendo el modelo francés, una reorganización del 
Estado, que implicó una centralización política y administrativa. Con los decretos de Nueva 
Planta desaparecieron las instituciones políticas propias de los diversos territorios forales 
(Cortes, Diputación, Justicia), con la excepción del País Vasco y Navarra. Sólo pervivieron los 
fueros civiles en algunas regiones, como es el caso de Aragón.
 Los Borbones establecieron una estructura político-administrativa uniforme y 
centralista en todo el territorio, basada en el modelo de Castilla, lo que favoreció el 
absolutismo monárquico.
La Ilustración. 
 La introducción de las ideas ilustradas en España fue lenta y tardía, sin duda por la falta 
de una pujante burguesía y las resistencias de sectores eclesiásticos y aristocráticos. Los 
ilustrados fueron un grupo reducido de intelectuales (Feijoo, Campomanes, Jovellanos, 
Aranda, Olavide, Floridablanca…) que analizaron la problemática de la nación y propusieron 
reformas con el objetivo de superar el atraso del país. De su seno, tras la correspondiente 
evolución, surgirá el pensamiento liberal que triunfará en el siglo XIX. Critican a la Iglesia, 
pero aspiran a una práctica religiosa más rigorista y defienden la capacidad del rey para 
intervenir en asuntos eclesiásticos (regalismo). Por otro lado, confían en el impulso reformista 
de la monarquía.
 Entre las preocupaciones de los ilustrados está la educación, pues sólo la cultura podía 
sacar al país del atraso. En este terreno se enfrentaron a la Iglesia, que controlaba la educación, 
y defendieron la necesidad de una enseñanza útil y práctica, abierta a las nuevas ciencias y a 
las novedades del extranjero.
 El atraso económico también les preocupó y censuraron el fuerte predominio de la 
propiedad aristocrática y eclesiástica, el excesivo control estatal de las actividades económicas 
y el desconocimiento de los nuevos avances técnicos que se divulgaban por Europa. 
 Los ilustrados criticaron los privilegios de la nobleza o el elevado número de 
eclesiásticos y defendieron la dignidad de los oficios mecánicos (fin de la deshonra legal del 
trabajo).
Los señoríos. 
 El señorío supone el dominio sobre tierras y hombres, delegado por el rey en otras 
personas o colectivos. El titular acumula jurisdicción, rentas y, casi siempre, patrimonio. Los 
titulares de los señoríos pueden ser nobles o eclesiásticos (órdenes militares, abades, obispos, 
cabildos, monasterios…).
 En virtud del señorío jurisdiccional los señores nombraban a las autoridades locales, 
ejercían la justicia y cobraban tributos. Era una fuente de poder político y económico. 
 El señorío jurisdiccional va acompañado de la existencia de derechos de propiedad 
sobre una parte de la tierra, lo que se traduce en el cobro de unos cánones por el uso de la 
misma por parte del campesino.
 Los señoríos se originan en la Edad Media, frecuentemente como donaciones reales 
para pagar la colaboración en la Reconquista. Durante la Edad Moderna la creación de nuevos 
señoríos suele hacerse por medio de la enajenación de tierras de realengo. El resultado fue que 
miles de pueblos quedaron fuera de la autoridad directa de la corona. 
 Fueron abolidos a comienzos del siglo XIX por los liberales.
Características del Antiguo Régimen. 
La expresión Antiguo Régimen designa al período de la historia anterior a la revolución 
francesa, a las revoluciones liberales y a la industrialización. 
Se caracteriza por la monarquía absoluta como forma de gobierno, aunque mediatizada 
por la fuerte presencia de la Iglesia en la vida pública (regulación del matrimonio, importancia 
de la jurisdicción eclesiástica, diezmos, primicias…) y la existencia de instituciones 
representativas de los distintos estamentos (Cortes).
La economía es fundamentalmente agraria, con una gran presencia de la nobleza y la 
Iglesia como propietarios. Además, los patrimonios de la nobleza están vinculados, no pueden 
venderse (mayorazgos), lo que dificulta el acceso a la tierra de los campesinos. Una buena 
parte de los campesinos vivían en señoríos, sometidos a la jurisdicción de los señores y 
debiendo abonar los correspondientes tributos por el uso de la tierra. La industria es artesanal y 
el comercio tiene serios obstáculos debido a la lentitud y carestía de los medios de transporte.
La sociedad se basa en el privilegio, en la desigualdad jurídica de los grupos  privilegiados
(nobleza, clero), y en el nivel económico de las personas, cuestiones no siempre 
coincidentes. Su fin llegó con la irrupción del liberalismo y el triunfo del capitalismo. 

A continuación os enlazo los conceptos que trabajaremos y perfilaremos definitivamente en clase.
Pincha aquí para enlazar con la carpeta de conceptos.